El honor:
La sociedad española siguió los valores aristocráticos y religiosos de la mentalidad del siglo XVI, es decir, le daban (cualquier grupo social) extremada importancia al HONOR y DIGNIDAD.
Un ejemplo de esta mentalidad fueron los duelos, realizados por consecuencia de atentar contra el honor de algún noble (hubo que esperar al siglo XVIII para que se prohibieran legalmente los duelos).
Otro ejemplo fue el rechazo a los trabajos manuales, considerados “viles”, es decir, que manchaban el “honor” y la “dignidad” de aquel quien los ejercía.
Esta mentalidad se basaba en los privilegios que tenia la nobleza (no tenían que pagar impuestos directos, no podían ser encarcelados por deudas, eran enviados a prisiones especiales…)
Todo esto llevó a que, exceptuando ciudades mercantiles como Cádiz o Barcelona, no hubiese burguesía (mercaderes, fabricantes) que promoviesen el desarrollo económico.
La gente, en vez de hacer inversiones en la agricultura, el comercio o la artesanía, tendió a buscar el medio de adquirir tierras y vivir a la manera noble.
Además de esta forma de pensar, la gente era pesimista y tenían conciencia de la decadencia del país.
La cultura: España vivió una época de auge. Iniciado el siglo con la figura de Cervantes (1547-1616) y "El Quijote" (1605 y 1614), las letras hispanas brillaron con figuras como Quevedo, Lope de Vega o Góngora.
La pintura:
La pintura española del Barroco es una de los momentos claves de la historia de la pintura mundial.
Los nombres de Zurbarán, Velázquez, Alonso Cano, Ribera o Murillo muestran el momento de apogeo del arte barroco español.
bibliografía:
http://www.historiasiglo20.org/HE/7f.htm#up
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